Relatamos hoy dos días consecutivos… al estar en la
Naturaleza, los problemitas “técnicos son patentes”.
MAYORS… , a la vuelta de Enguídanos, aprovecharon para
ducharse con calma y disfrutar de los lujos que ofrece la civilización ;)
Por la tarde jugaron a “la extinción de los juegos”, se
encontraban en el año 3000, los chavales ya no saben jugar, ni lo que son los
juegos… solo conocen lo “tecnológico” e individual. Entre todos tendrán que
rescatar la cultura de los juegos y seguir con el legado.
Velada de coreografía e improvisación… olé, olé, olé… esa
vena artista!!!!
Medianos… excursión a Enguídanos… pozas, naturaleza,
explosión de colores azulados…, marcha, remojones, vivac… disfrutaron de una
gran experiencia.
Gracias al ayuntamiento de enguíndanos pudieron disfrutar de
un hotel de mil estrellas en el el centro del pueblo; en concreto en la terraza
de la casa de la cultura.
Los pequeños empezaron la jornada, con dos nuevos partidazos
de Ligas. Fútbol humano y quiddich.
Después toco remojón en la piscina. In the
afternoon, prepararon las mochilas y por la noche aparecieron unos Incas, de la
prehistoria, sacados por arqueólogos.
Día 10 de julio, los mayors, tuvieron CAMPEONATO 24
horas… empezaron el día creando
conciencia de equipo, nombre, himno y equipación.
Por la mañana jugaron al dadoley (nota: variante del vóley,
con un dado se decide que parte del cuerpo lanzará y con otro dado, cuantos
toques se pueden dar)
Le siguieron,
parapeto, desarticulador, ultímate, quiddich y fútbol ciego.
En las semifinales, se jugó al Teeball y al vóley al agua cooperativo
Por la noche, la gran final… con animación/afición por parte
de los equipos que no jugaban. El
deporte FINAL fue balón prisionero 2.0
Entrega de trofeos y se cerró connnnnnnnnn ESTE GRUPO SÍ QUE
ES UNA PIÑA…
A los medianos les despertaron las golondrinas… vuelos
rasantes sobre nuestras cabezas… qué bien se duerme viendo estrellas, se
levantaron y pusieron marcha al campamento donde al llegar, hicieron juegos de
confianza. Después de comer tocó llamar por teléfono a casita y en cuanto
colgaron volvieron las actividades; variedad de talleres (pulseras, pompones y
escritura creativa).
Tras merendar, chapuzón en la piscina y a las duchas. Por la
noche esperaba una gymkhana de sentidos.
Los pequeños al igual que los días anteriores medianos y
mayores se metieron en el cañón para demostrar que también podían superarlo y
pasar un gran día en las pozas. Después hicieron ruta hasta el pueblo, donde
durmieron bajo un millar de estrellas.
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